
Barbazul, el buen rollo hecho bar.
Si hay algo que ha cambiado en hostelería en los últimos años es que ya no solo en ciudades te encuentras locales modernos y molones. Barbazul es el mejor ejemplo de ello.
Ubicado en pleno centro de Miño, a medio camino de la famosa Playa Grande, y con unas vistas espectaculares de la ría de Betanzos, Barbazul es un oasis de buen rollo.
Para empezar la decoración interior esta compuesta por mobiliario de lo más variopinto. Butacas de cine, mesas camillas ochenteras, pasando por una zona de juguetes para los enanos.
Pero donde Barbazul echa el resto es en sus postres caseros, con sus tartas, helados y batidos. También tienen cervezas caseras y en los últimos tiempos también ofrecen la posibilidad de realizar brunchs previa reserva los domingos.
- Batido de Oreo y trozo de tarta en la terraza.
- Otra foto de otro dia con el tremendo y jodidamente rico batido de Oreo
Este local esta gestionado por 2 simpáticas y super amables mellizas con ganas de currar y con mucha iniciativa. Tan pronto pueden organizar un concierto, un festival local (El Loro Facu) como un mercadillo de ropa o buscar propietarios para perros de una protectora porque por cierto, Barbazul es un local que acepta mascotas, un bar pet friendly.
Lo único malo que tienen sitios como este es que algunas veces es muy difícil encontrar sitio, sobre todo las tardes que hace buen tiempo. Esas tardes la terraza, que da para la carretera de la playa, esta a reventar.
Tanto para una tarde de frío y lluvia morriñenta de domingo, de esas que piden un trozo de una tarta casera con mucho chocolate, como para tomar un batido después de un día de playa, déjate caer por el Barbazul.

Con tu consumición siempre te van a poner algo de picar en el Barbazul.